Por Mauro González

En un momento en el que la economía argentina enfrenta desafíos significativos, el ministro de Economía, Sergio Massa, ha dado una serie de anuncios que buscan brindar beneficios y alivio fiscal a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), sosteniendo el empleo y apuntalando la inversión.
El enfoque de Massa en la promoción de beneficios para las PYMES y el alivio fiscal es una estrategia generada en un momento clave, donde las empresas están luchando por sobrevivir y crecer. Las PYMES son el motor clave de la economía argentina, generando empleo y contribuyendo significativamente al Producto Interno Bruto ( PIB) del país.
Una de las medidas destacadas es la deducción del 30% del impuesto al cheque como pago a cuenta del 15% de las contribuciones patronales, y regirá desde el 1 de agosto al 31 de diciembre del corriente año. También la exclusión del sistema de percepciones y retenciones de IVA a más de 95.000 pymes y micropymes, alcanzando al 38 % de estas empresas en general. Esto generará un gran impulso para estas, ya que les permitirá destinar más recursos a la inversión, la contratación de personal y la innovación.
Además, Massa ha mencionado la implementación de líneas de crédito a tasas preferenciales para empresas de la Economía del Conocimiento y el fortalecimiento de los programas de aportes no reembolsables por $19900 millones para PYMES exportadoras. Estas medidas son esenciales para ayudar a las empresas a superar obstáculos financieros y mejorar su gestión empresarial. Al proporcionar acceso a financiamiento y conocimientos especializados, se crea un entorno favorable para el crecimiento y la competitividad.
Sin embargo, es importante mencionar que estas medidas deben ir acompañadas de un entorno económico y político estable. La confianza empresarial es fundamental para el desarrollo de las PYMES, y esto requiere una economía sólida y políticas coherentes a largo plazo. Las medidas anunciadas por el precandidato presidenciable son un paso en la dirección correcta, pero también es necesario abordar otros desafíos, como la inflación y la inestabilidad macroeconómica. El éxito de estas iniciativas dependerá de la implementación adecuada y el seguimiento continuo para garantizar su impacto positivo a largo plazo.